lunes, 27 de junio de 2011

_- TELURIO -_

Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre… (Una mezcla de sonidos y llantos destruye mi sueño, mueve mi suelo. Al sueño interrumpido se impone una pesadilla confusa, los segundos se vuelven una eternidad, cada movimiento se siente mas intenso, y la incertidumbre paraliza mis sentidos. Todo se mezcla con el miedo que crece incesantemente, los ataques de histeria, que nunca antes había visto borran esta conciencia. Mi cuerpo solo actúa cosa que no acostumbro, la mente en blanco además de no servir, obstaculiza, confunde. Me siento tan pequeño e insignificante que pienso en lo que hice para estar viviendo esto, busco el arrepentimiento muy dentro de mi, pero no se de que, no tengo claro si el castigo para mi, porque si he pecado, ha sido en menor gravedad que los demás, creo.

En un ataque de lucidez miro a mi alrededor y descubro que no estoy solo, y el rezo que escucho a lo lejos en vez de calmar, aterroriza aun más, es como estar en un funeral de alguien pero sin estarlo, cavando tu propia tumba sin querer hacerlo. Debe haber alguien gigante que aterroriza a toda esta gente, nos castiga o pone a prueba la fe, el gigante perfecto lleno de sabiduría y sacrificio, esta cansado y se revela.


Tuve todo el tiempo del mundo para mirar y analizar la situación y para mi frustración no poder entender nada, el alma se había escapado con mi conciencia y de lejos observaban mi cuerpo y se reían de él, que malditos no. Dejarme solo en ese momento, abandonado cuando más los necesitaba. Aunque gracias a esto, puedo recordar cosas que mi cuerpo no presencio, pude ver mas allá del lugar donde quedaron mis ojos, y por fin dejé de escuchar ese rezo insistente que no me dejaba en paz, torturando mi inestable tranquilidad momentánea. Afuera había un concierto, sin humanos invitados, los cuerpos inanimados conocidos por el hombre se tomaron la pista de baile, cansados de ver que los únicos que se divertían éramos nosotros, sin ellos, siempre tan desolados.


Lo tragicómico de esto es la enseñanza, o la lección que el evento aquel me dejó; “cuando hay un baile de casas, postes, y bloques de cemento en general, mejor estar lejos, porque cuando celebran lo hacen en grande”. Impactante el ver como se movían, balanceándose armoniosamente de lado a lado, el mejor vals que he visto en mi vida, lo presencia aquí, hasta que chispas de un poste malhumorado cortan la vida y deja todo en penumbra. La quebrazon de vasos, platos, tazas, jarrones, asustan a mi almaconciencia que vuelve a mi cuerpo después de burlarse bastante de él, haciendo que la estupidez que lo envolvía se aleje de él.


Pero vuelvo a escuchar esos rezos que me irritan, y encuentro innecesarios, si la muerte llega, no se ha de apiadar en quien más reza, todo lo contrario, ya que si el rezo es muy insistente llama la atención, culpa, miedo a ser juzgado, mayor atracción de sombras humosas que se asoman por las nuevas grietas fértiles de tierra. Pero esto no es un juicio de valores, ni una oferta de salvación, es solo que me incomoda y entristece el tono de ruego desolado, que apela a alguien que tiene el poder de castigar sin ser cuestionado.)


Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad sea en la tierra como en el cielo… (No me imagino que lo que estoy viviendo es el termino de un ciclo, lo que conozco y como lo conocí nunca mas lo veré de la misma forma, y mucho menos me imagino los recuerdos que inundan a miles de personas. La desolación y la imagen triste de recuerdos que acompañaran siempre las memorias, hasta que se extinga la ultima gota de vida, la ultima gota de luz.


Encontrarle nuevamente sentido a la vida después de perderlo todo debe ser un verdadero desafío, reconozco no saber si podría, ver el trabajo que desgarro mis manos , al cual le dedique mi vida entera, sacrificando prácticamente todo por sueños que algún día sentí tan lejanos, una mañana despertar y no poder encontrar absolutamente nada, ni siquiera una fotografía para recordar raíces que ya no están y no estarán nunca mas cerca de mi, para estrecharnos mutuamente, apoyarnos como siempre. Apagarían por completo en mi las ganas de todo, principalmente las de dormir, simplemente para evitar despertar y agonizar día a día, viviendo en ausencia.


Sigo escuchando vasos caer, alarmas gritan en distintos lugares y este movimiento sigue incesante, no se que hacer, aunque el miedo ya se esfumo, quizás porque ya ha sido demasiado tiempo, pareciera que hace horas no para de temblar y agora solo quiero descansar, me agotó el pensar, me agotó la monotonía del movimiento.)


Danos hoy el pan de cada día… (Lamentablemente esto sigue, y parece que me acostumbro, como todo en la vida, algunas cosas gustan y otras desagradan, pero cuando son reiterativas no causan nada, solo se notan cuando ya no están.


Suenan sirenas, gritos de desesperación, llantos, ruegos, que no distingo y ni comprendo, todos se ponen de acuerdo en las mismas oraciones para ser perdonados por todos los pecados en general y no decir específicamente cual, aunque estén pensando en el mas grave, obviamente no lo dicen y lo tapan con una oración que los abarca a todos. Ni siquiera para eso servimos, ni para pedir perdón, ni para sincerarnos, no servimos para nada si de claridad se trata.


Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden… (Por fin termino el brusco movimiento, los rezos cesan, y de a poco la sensatez se apodera de mis acompañantes, el pensamiento fluye un poco mejor. A mi alrededor, no hay nada en su sitio, la falta de luz dificulta mi exactitud.


De pronto la calurosa noche se vuelve intensamente fría, mas oscura y triste que de costumbre. Cuando creímos que ya había pasado lo peor, no teníamos idea de todo lo que se nos venia encima, la superación.



La respuesta esta en nosotros, en nadie mas, basta de aferrarse en ilusiones, en sueños, en respuestas que lo solucionen todo y que no existen. Creo que la idea es fallar algunas veces para caer, sanar y crecer. Claramente esta falla no es de propia responsabilidad, pero la superación la acarreamos igual.

No tengo palabras para las personas que lo perdieron todo, ellos tienen mi mas profundo respeto y se pueden refugiar en lo que deseen, porque hay cosas que no tienen solución y tampoco dejan enseñanza alguna.

Como querer despertar de esta pesadilla, abrir los ojos y encontrar todo tal cual, como retroceder el tiempo, por ultimo gritar al viento todo lo que nunca exprese, recordando el último abrazo, el último calido beso que cobijaron sus labios. El perdón que algún día pudiste dar, o recibir y nunca llegó.


Y estos incesantes movimientos cortos que hacen recordar nuevamente todo, es como una burla de la tierra, como una amenaza constante, un abuso que nos hace sentir pequeños e insignificantes, el ego del hombre, el ego del rey del mundo aplastado por la victima de sus manos insensibles. Es la venganza de una mujer ultrajada indiscriminadamente por su victimario, como si se vengase de todos, de los abusadores y de los cómplices que vimos el daño que se le estaba causando y fuimos incapaces de defenderla, callando, sin decir basta. Este es el turno de ella, de reírse, de jugar con nuestra tranquilidad y ego. Los reyes del mundo incapaces de controlar algo que desde siempre ha estado con él, y debe tanto.)


No nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal… (Quien iba a pensar que en días no podría dormir, que el calor penetrante, fusionado a la falta de agua, y el frío de la noche con su oscuridad altanera, la incomunicación, volvería a tanta gente paranoica en tan poco tiempo.


Es como irrisorio y algo enfermizo, pero como se han dado las cosas, a veces pienso que algunos esperaban este momento, para así sacar a la vista sin vergüenza instintos animales amparados en la impunidad de la sombra y ausencia de recursos para ser atrapados. Amén.

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